Cuando se habla de brackets, a todos puede venirnos a la mente la idea de pacientes jóvenes, en la adolescencia, entre los 8 y los 16 años. De forma tradicional los “aparatos en la boca” los hemos llevado o visto en esas edades.
A la hora de elegir los brackets, son muchas las variables, la edad del paciente, el presupuesto disponible, el tratamiento a implantar, etc. Uno de los factores a tener en cuenta es el del tipo de materiales de los brackets.
En la actualidad cada vez es mayor la variedad de personas con brackets, de todo tipo de edades y características personales.
Los brackets, tipos y materiales
Hay muchas opciones en lo que se refiere a este tratamiento de ortodoncia. Brackets de zafiro, brackets cerámicos, brackets de policarbonato, etc. En una primera clasificación sobre el material de los brackets, los dividiremos en estéticos y convencionales.
Brackets estéticos
Esta modalidad de brackets suelen tener como material básico la resina, la cerámica o el zafiro. La finalidad es que el material sea lo más transparente posible, y con ello tener la mayor discreción posible.
Los estéticos son la opción elegida por muchos adolescentes y adultos a los que preocupa la estética. Estos brackets suelen requerir más cuidados, y además son más frágiles que otras modalidades, como es el caso de los metálicos.
Dentro de estos brackets, tipos y materiales, están los de zafiro. De una gran calidad, se mantienen siempre igual y no se tiñen. Son brackets totalmente transparentes y pasan desapercibidos.
Brackets convencionales
- En este caso, el metal es el material utilizado. La mayoría de ellos proceden de una aleación de acero (normalmente con cobalto, níquel y cromo), e incluso con titanio para personas alérgicas al Níquel.
- También hay tratamientos en la ortodoncia, sobre todo en la lingual, que utilizan brackets de oro. Entre sus ventajas está la maleabilidad de este metal y su fácil adaptación a la forma de los dientes. Como inconveniente de este material para brackets, los precios.
- Los brackets metálicos son los tradicionales, los que siempre hemos visto. Y continúan siendo muy demandados, por su durabilidad y su precio. El material de los brackets en este caso es el acero inoxidable. Suelen estar fabricados en varias piezas, y se fijan al paciente con un pegamento especial y unos arcos de metal con gomas. Se conectan entre sí gracias a las tensiones ejercidas en los alambres, lo que conseguirá ir moviendo los dientes a la posición deseada.
- El inconveniente principal de estos brackets es su efecto anti estético. En la actualidad pueden decorarse con materiales elásticos y gomas de colores.
Brackets linguales
Esta opción se integra dentro de la ortodoncia llamada invisible, porque estos aparatos no serán visibles para las demás personas, con lo que no hay problemas de socialización o de integración en el entorno del paciente.
Con esta técnica, los brackets linguales se ocultan detrás de los dientes, por lo que es imposible que se vena desde fuera. Otra ventaja que ofrecen es que son completamente personalizables a las características de cada cliente, se crean a medida.