A la hora de evaluar el tiempo que dura un tratamiento de ortodoncia hay que tener en cuenta diferentes factores. Un primer análisis nos llevará a evaluar el nivel de mal oclusión, así como los objetivos a conseguir.
Como vemos, la evolución de la ortodoncia es importante y ya no es preciso llevar la ortodoncia durante varios años, como ocurría antes. El recuerdo de la ortodoncia durante todos los años de la adolescencia aún está presente en muchas personas.
Cómo se calcula el tiempo para llevar una ortodoncia
Hoy en día, gracias a algunos avances como los brackets de auto ligado, micro tornillos, el tratamiento invisalign y la ortodoncia invisible, no es necesario llevar la ortodoncia durante demasiado tiempo.
Aunque hay casos en que el período es corto y solo será preciso llevar la ortodoncia unos meses, por ejemplo para liberar espacio en una muela, o la mala posición de un diente, la media de un buen tratamiento de ortodoncia está entre 12 y 30 meses.
Cuando el tratamiento de ortodoncia va combinado con extracciones, el tratamiento suele extenderse a los dos años, e incluso superar este tiempo. Si el tratamiento incluye dientes, o caninos impactados en el paladar, puede superarse los 30 meses.
Las nuevas técnicas de invisalign están ayudando a acortar los periodos de tratamiento. Para la corrección de pequeños movimientos suele bastar con pocos meses.
Factores que influyen en el tiempo de ortodoncia
El grado de mal posición es uno de los factores más importantes para evaluar cuánto tiempo hay que llevar los brackets u otro tipo de ortodoncia. En muchas ocasiones, el problema no es solo dental, sino también esqueletal, como es el caso de pacientes con un marcado crecimiento en la mandíbula o maxilar.
Cuando se trata de niños en pleno crecimiento también hay que tratar adecuadamente y de forma ortopédica, para que vaya equilibrándose el tamaño de los huesos faciales.
En un momento posterior llegará la necesidad de complementar este tratamiento con otro de ortodoncia fija, con brackets.
También hay que recordar que la efectividad del tratamiento estará influida por la colaboración del paciente, que tendrá en cuenta la higiene apropiada. Es preciso cuidar bien los brackets siguiendo las instrucciones recibidas.
Esta falta de colaboración del paciente ocasiona que las citas con el especialista en ortodoncia para realizar ajustes se sustituyan por citas para reparar daños. Esto, en la práctica, es un alargamiento del proceso que podría haberse evitado.
Una situación que también origina un período más largo es cuando hay dientes difíciles de alinear, raíces largas y curvadas, huesos compactos que hacen más difícil el movimiento y las acciones del especialista, etc.
Algunos expertos en ortodoncia aseguran que la duración del tratamiento oscila en función de tres factores: la gravedad del caso individual, las técnicas que utilicen y la pericia, habilidad y experiencia del profesional.
Es fundamental que el ortodoncista cuente con la formación, cualificación y experiencia necesarias. Si no es así, la duración del tratamiento se aumenta, e incluso los resultados pueden no ser los esperados.
El movimiento de los dientes también es una variable a considerar. Si los molares, que suelen tener dos o tres raíces, hay que moverlos mucho, el tratamiento se alarga. Si hay que mover poco los molares y la acción principal está en los dientes anteriores, que solo tienen una raíz, el tratamiento será más corto.