¿Te has levantado un día con un dolor intenso en alguna muela? ¿Al masticar un alimento sientes un pinchazo fuerte en alguna parte de la boca? Sin duda es una sensación muy desagradable y se recomienda acudir lo antes posible al dentista para que te examinen y valoren esas molestias. Si echas un vistazo a tu boca es posible que alguna pieza dental esté picada, pero no siempre se deja ver fácilmente dónde se produce ese dolor. Lo más probable es que haya infección en dientes o muelas, lo que se conoce como absceso periodontal o periapical y su origen puede ser variado. Este tipo de infección puede ser por una mala higiene dental o por algún traumatismo. Cuando esto ocurre se debe a que las bacterias entran en la pulpa que hay dentro de la muela, se forma una pequeña masa de pus y se expande a la raíz o la encía, lo que provoca un dolor agudo y continuado. Otra posibilidad es que el malestar se deba a la inminente aparición de las muelas del juicio, cuyo dolor se puede extender hacia la cara, la mandíbula, el oído o incluso, puede provocar dolor de cabeza. Pero ¿cómo saber si tengo realmente alguna muela infectada?
Muela picada ¿Muela infectada?
Para saber si tenemos una muela infectada primero vamos a explicar cuál es la estructura de esta pieza dental. La muela está formada por tres partes principales: la pulpa, el esmalte y la dentina.
- El esmalte. Es la capa que queda al descubierto y que vemos a simple vista. Se caracteriza por ser resistente y protege a los demás tejidos del diente.
- La dentina. Es la capa que está entre el esmalte y la pulpa.
- La pulpa, también conocida como el nervio. Es la zona más sensible del diente y está formada por terminaciones nerviosas.
Cuando las bacterias atraviesan el esmalte y la dentina, llegan a la pulpa y es entonces cuando se produce una infección dental. Esa infección provoca una acumulación de pus en la zona de la pulpa que, si no se trata, va ejerciendo una presión cada vez más fuerte, que se traduce en el fuerte dolor que siente la persona en esa zona de la boca.
Causas de una infección en la muela
Una vez que en la consulta del dentista han descartado que el dolor no se debe a la aparición de las muelas del juicio, toca comprobar dónde está el origen de la infección. Veamos las posibles causas de un problema bacteriano.
Caries
A veces cuando una caries da la cara y es visible es porque las bacterias han penetrado ya en el interior de la muela o el diente, afectando incluso al nervio. Entonces la solución no es un clásico empaste dental, sino que el odontólogo tiene que realizarnos una endodoncia. Por eso es tan importante las revisiones periódicas como medida de prevención, en busca de posibles caries, aunque aparentemente no se vea ninguna picadura.
Gingivitis y periodontitis
Estas enfermedades periodontales cuando no se tratan a tiempo, pueden derivar en complicaciones. Si la gingivitis no se ha detectado se convierte entonces en una periodontitis, que puede provocar lesiones graves en las piezas detales, en el hueso e incluso, la pérdida de dientes o muelas. Las bacterias se acumulan en las encías en forma de pequeñas bolsas o depósitos que se van haciendo más grandes según va extendiéndose la infección.
Lesiones o Traumatismos
Cuando una pieza dental sufre una lesión, rotura o una pequeña grieta por un golpe, corre el riesgo de quedar abierta una puerta por donde pueden entrar fácilmente las bacterias. ¡Cuidado cuando nos rompemos un trozo de muela o diente! Porque estamos dando facilidades a una posible infección. Lo mismo ocurre si sufrimos una herida dentro de la boca con un objeto punzante, ya que ocasionamos otra fatídica entrada a gérmenes y bacterias.
¿Cómo saber si tienes una muela infectada?
Cuando un paciente llega a nuestra consulta, los síntomas más habituales que presentan son: dolor intenso, persistente y punzante en una zona concreta de la boca donde, tras una primera exploración se observa inflamación por acumulación de pus. Pero, además, existen otros indicios que hacen pensar en una posible infección:
- Sangrado de encía
- Dolor al masticar
- Dolor de oído, mandíbula o de cabeza
- Halitosis o mal aliento
- Amargor de boca
- Cara, mandíbula o mejillas inflamadas
- Sensibilidad en los dientes frente al frío o al calor
- Dolor de garganta
- Fiebre
Cómo tratar una muela infectada
Una vez hecha la valoración por el especialista, lo más importante es eliminar el dolor del paciente en la zona y bajar la inflamación por la acumulación de pus. El tratamiento odontológico más habitual cuando hay infección en la muela es con antibióticos; siempre debes tomar los que te haya recetado tu odontólogo, nunca por tu cuenta. Además, nuestro dentista puede recomendar algún analgésico y enjuagues bucales para aliviar el dolor.
Cuando la infección está controlada, el segundo paso es recurrir a una endodoncia o incluso la extracción de la pieza dental si ésta no se pudiera salvar o si el origen bacteriano es en la muela del juicio.
Peligros de una infección de muela
Como especialistas odontólogos insistimos en la urgencia de acudir a la consulta cuando sintamos dolor en alguna parte de la boca, por las consecuencias graves que puede acarrear una infección molar. Cuando la infección se extiende más allá de la muela y los tejidos que la rodean, puede ocurrir que las bacterias entren en el torrente sanguíneo, con la gravedad que conlleva para nuestra salud. Veamos algunas de esas complicaciones.
Pérdida de la muela
La prioridad de cualquier odontólogo es poder conservar siempre la pieza dental. Pero si la infección está muy avanzada y ha tocado el hueso maxilar y las encías es probable que la pieza esté tocada y se caiga. La solución pasa entonces por un implante dental.
Endocarditis bacteriana
Esta enfermedad del corazón que produce una inflamación en el revestimiento interior de las válvulas y cámaras cardíacas, tiene su origen en una infección que llega a la sangre a través de la boca, la piel o vías respiratorias. Por lo tanto, un fuerte foco bacteriano en alguna pieza dental puede provocar un problema muy grave de salud como una insuficiencia cardíaca o embolia.
Osteomielitis
Se produce cuando hay infección en el tejido óseo que ha llegado a través de la sangre. Lo normal es que se produzca en los huesos cercanos a donde se ha originado la infección de la muela. Los síntomas son mucho dolor en el hueso afectado y fiebre.
Sinusitis maxilar
Es muy dolorosa, aunque no reviste gravedad. Suele eliminarse con antibióticos.
Celulitis facial
Es la infección e inflamación de la piel. Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, cuando lo hace en la cara es consecuencia directa de que hay bacterias en alguna muela. Es urgente que se trate a tiempo porque se encuentra muy próximo al cerebro.
Cómo prevenir la infección de muelas
La mejor prevención es siempre una adecuada higiene bucodental. Sigue estos consejos para evitar problemas bacterianos en los dientes o muelas:
- Recuerda cepillarte al menos 3 veces al día y siempre después de cada comida.
- Usa hilo dental y algún colutorio para el enjuague bucal.
- Cambia tu cepillo dental cada tres meses aproximadamente.
- Visita a tu dentista al menos una vez al año y siempre que tengas alguna molestia o dolor en alguna parte de la boca o dientes.
Con toda esta información ya sabéis que una muela infectada puede conllevar más peligro para la salud de lo que pensabais. Ante cualquier molestia o dolor persistente en alguna zona de la boca, hay que acudir con urgencia al dentista para que os realicen un examen y valoren si hay infección.