La ortodoncia es la rama de la odontología que trata sobre la correcta posición de los huesos y de los dientes, así como los problemas en la oclusión de la dentadura. Básicamente aplica dos grandes tipos de tratamientos: ortodoncia fija y ortodoncia removible.
Mediante la aplicación de uno de estos tratamientos es posible mover un diente ubicado en una posición incorrecta hacia el lugar donde debería estar. También permite alinear la dentadura para evitar problemas estéticos, de caries o encías. Más que un lujo es una necesidad.
Los tratamientos de ortodoncia han evolucionado bastante en las últimas décadas. Actualmente es posible combinar diversas técnicas y aparatos para lograr resultados óptimos.
La ortodoncia fija
Comprende todos aquellos tratamientos que emplean aparatos fijos. En otras palabras, utilizan dispositivos que se adhieren a los dientes y no pueden ser retirados por los pacientes. Este método se conoce popularmente como “brackets”.
Dentro de los tratamientos hay algunas variantes. Cada una de ellas ofrece beneficios específicos. Las principales categorías son las siguientes:
- Brackets de colores. Son brackets normales, pero están diseñados con colores. Generalmente se indican para los pacientes más pequeños con el objetivo de reducir el impacto estético que ocasionan.
- Ortodoncia autoligable. En este caso los brackets no tienen ligaduras de sujeción entre el arco y el bracket. Esto ayuda a que no haya retención de comida y a que la limpieza de los dientes sea más sencilla.
- Cerámica. En este tipo de ortodoncia se emplean brackets fabricados en cerámica, lo cual se adapta al color del diente. Esto hace que prácticamente sean imperceptibles, con lo que se consigue un magnífico efecto estético.
Recientemente ha surgido una nueva alternativa. Se trata de la ortodoncia Invisalign. En esta se utilizan unas férulas transparentes. Estas corrigen la mala posición de los dientes paulatinamente, sin que se note. Tales tratamientos ofrecen máxima estética y mínima dificultad para la limpieza.
La ortodoncia removible
En este caso se emplea alguno de los tipos de aparatos removibles. Esto quiere decir que el paciente puede retirarlo sin ayuda del odontólogo y en cualquier momento. Se utiliza principalmente cuando la mala posición de los dientes es leve. También es recomendable para modificar su crecimiento.
Los aparatos dentales removibles facilitan mucho la higiene. Se puede retirar para comer o al momento de hacer la limpieza dental. Su costo es menor que el de los aparatos fijos, pero también su acción es mucho más limitada.
Actualmente también existen brackets removibles. Consisten en una férula que lleva incorporados los brackets y los alambres tradicionales. Estos tienen más efectividad que un aparato normal y causan menos molestias que la ortodoncia convencional.
Ventajas y desventajas de los tratamientos
El odontólogo es quien decide cuál es el tipo de tratamiento indicado para cada paciente. Esto depende mucho de la edad y, sobre todo, del problema que aqueja a cada persona. Sin embargo, es muy habitual que se combinen la ortodoncia fija y la ortodoncia removible en las distintas etapas del tratamiento.
Existen distintos tipos de ortodoncia fija y todos son más resistentes y no requieres de la colaboración del paciente. También implica menor tiempo de tratamiento y está indicada para los problemas más difíciles de abordar.
En la ortodoncia removible el precio del tratamiento aumenta, aunque es menos exigente. Facilita la limpieza y tiene menos implicaciones estéticas. Sin embargo, también presenta inconvenientes. El principal de ellos es su fragilidad. Es frecuente que un aparato removible de ortodoncia presente roturas con mayor facilidad, y es más usual que el paciente lo pierda.